Chile admite esterilización forzada a mujer con VIH
Al menos 12 años le tomó a la justicia chilena reconocer ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) su responsabilidad en la violación de los derechos fundamentales de una mujer con VIH a quien denominaremos “Francisca”.
Antecedentes
En el año 2002, a “Francisca” le diagnostican VIH estando embarazada de su único hijo. Ella, consciente de la situación toma los cuidados respectivos y, a la hora del alumbramiento, se somete a una cesárea en un hospital público. El doctor, en connivencia con el personal médico, decide deliberadamente practicarle una esterilización.
“Francisca” acude sin éxito alguno a la justicia chilena la cual alega que “Francisca” había dado verbalmente su consentimiento antes de ser anestesiada.
Justicia internacional
Gracias al apoyo de la ONG chilena Vivo Positivo y el Centro de Derechos Reproductivos, el asunto llegó a la CIDH en 2009, y no fue sino hasta 2014 cuando la Comisión Internacional de Derechos Humanos declara admisibilidad al caso de “Francisca”.
La apelación al ente internacional solicitó: Primero, la indemnización por el sufrimiento que le ha generado la esterilización forzada; segundo, la identificación y sanción de los responsables; y tercero, medidas que impidan la repetición de los hechos contra las mujeres VIH positivos. La solicitud además propuso cambios legislativos y de políticas necesarias para resguardar los derechos sexuales y reproductivos de las personas que viven con VIH/Sida.
Chile casi 20 años después
Chile reconoció su responsabilidad ante lo que se conoce como una clara vulneración de derechos humanos, reproductivos y abierta discriminación. El gobierno chileno se comprometió a “reparar” los daños causados en cuanto a este caso a y sentar precedentes para que estos hechos no se repitan.
Sara Araya, coordinadora del área de género de Vivo Positivo dijo que «Este Acuerdo marca un hito en Chile y sienta un precedente de que no hay mujeres de segunda clase y que los derechos humanos son también para las mujeres que viven con VIH. No queremos nunca más una esterilización forzada, nunca más una mujer con sus derechos vulnerados detrás de la puerta de un quirófano”.
La directora regional para América Latina del Centro de Derechos Reproductivos, Catalina Martínez enfatizó que “Todas las mujeres, sin importar su estatus de VIH, deberían ser libres para decidir si quieren o no tener hijos de manera autónoma y qué es lo mejor para su propia salud y su vida. Es una gran satisfacción haber acompañado a Francisca para lograr este Acuerdo, seguiremos trabajando para supervisar que el Estado cumpla de manera integral”.
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