Al 2021 el estigma (actitudes, comportamientos o juicios irracionales o negativos propiciados por el miedo) y la discriminación (trato, leyes y políticas injustas) vinculados al VIH siguen siendo obstáculos para lograr cumplir la meta de poner fin a la epidemia del sida como amenaza para la salud pública en el año 2030. La continuidad de estas actitudes y comportamientos en las comunidades hacia las personas que viven con VIH o en poblaciones que enfrentan altos niveles de estigma debido a su orientación sexual, identidad de género, por uso de sustancias o trabajo sexual, provoca que no accedan a métodos de prevención, que les sea difícil conocer su estado serológico y tener acceso a su tratamiento al momento de recibir un diagnóstico positivo.
Este tipo de estigma y discriminación suele darse en diversos ámbitos de la vida social que contemplan desde el círculo familiar, entre amigos y en parejas, en los servicios de salud por parte de todo el personal o proveedores de la atención médica, en medios de comunicación, y en los espacios donde se desarrollan las políticas públicas nacionales. Además, esto suele intensificarse en situaciones de desastres humanitarios y en entornos de emergencia. Un ejemplo actual de esto podría identificarse en el impacto que ha tenido la COVID-19 en personas seropositivas, donde al principio de esta crisis sanitaria, una parte de la población se abstuvo a usar servicios de salud en medio de la pandemia, por temor a ser discriminados por vivir con VIH o por sentir que la confidencialidad de su diagnóstico no sería respetada.
Desde Fundación Chile Positivo, te invitamos a ser parte de nuestra Red Positiva, que busca a través de educación y acciones concretas dentro de los espacios donde nos desarrollamos para desmitificar mitos, prejuicios y miedos relacionados a esta condición, con el fin de cerrar las brechas de las desigualdades sociales y acabar con la epidemia de sida en comunidad.
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